Fasciculaciones musculares

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1.- Generalidades:

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Movimientos de una pequeña área de uno o varios músculos que a veces se describen como movimientos vermiformes de
gusanos) debajo de la piel. Son causadas por contracciones musculares aisladas e involuntarias de un grupo muscular inervado
por una fibra nerviosa motora.

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2.- Patogenia:

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Causas:

• Desnutrición.

• Sobredosis de drogas (cafeína).

• Efectos secundarios de fármacos (diuréticos, corticosteroides y estrógenos).

• Ejercicio físico.

• Fasciculaciones benignas: no son causadas por enfermedades:

  • Afectan los párpados, la pantorrilla o el dedo pulgar.

  • Causadas por estrés o ansiedad.

  • Intermitentes, no duran más de minutos, horas o unos cuantos días.

• Afecciones neurológicas:

  • Esclerosis lateral amiotrófica (ELA o enfermedad de Lou Gehrig).

  • Neuropatías: lesión de uno o varios nervios.

  • Radiculopatías: lesión de una raíz medular.

  • Atrofia muscular: por desuso, por denervación nerviosa, traumática, etc.

  • Distrofia muscular.

  • Atrofia muscular espinal.

  • Miopatías (músculos débiles).

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3.- Cuadro Clínico y Diagnóstico:

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• Movimientos visibles debajo de la piel, estando el músculo totalmente relajado.

• Dolor de distribución peculiar de una raíz nerviosa.

• Pérdida o cambio en la sensibilidad de un dermatoma específico.

• Disminución del tamaño del músculo.

• Debilidad muscular.

• Para el diagnóstico:

  • Interrogatorio estricto: donde siente las fasciculaciones, desde cuando, se quitan con algo, tienen periodicidad,
    se incrementan en alguna situación, otros síntomas acompañantes.

  • Inspección de todos los músculos, comparativamente de un lado con otro.

  • Evidencia de asimetrías de volumen muscular.

  • Explorar la fuerza y el tono muscular de forma generalizada.

  • Exploración de la sensibilidad superficial: táctil, térmica y dolorosa.

• Los exámenes de diagnóstico varían dependiendo de la causa que se sospeche:

  • Exámenes de sangre buscando trastornos electrolíticos, disfunción de la glándula tiroides y química sanguínea.

  • Electromiografía (EMG), es el estudio por excelencia.

  • Neuroconducción.

  • RMN (Resonancia Magnética Nuclear) de la columna o de cráneo, según la sospecha.